PACIENTES HOSPITALIZADOS CON CATÉTERES PODRÍAN TENER MAYOR RIESGO DE INFECCIÓN

Una investigación muestra que los pacientes hospitalizados con catéteres tienen 25 % más de probabilidades de ser diagnosticados con una infección.

Una nueva investigación muestra que los pacientes hospitalizados con dispositivos permanentes como catéteres, tienen 25 % más de probabilidades de ser diagnosticados con una infección adquirida en el hospital.

Aunque existen pautas que las instituciones deben seguir para minimizar el uso del catéter y eliminarlos de los pacientes lo más rápido posible, para prevenir una infección, no siempre se siguen de manera correcta debido a varios problemas. Así lo indica una nota de Healthcare Business & Technology.

Según la investigación publicada en la Revista Americana de Cuidado Crítico, muchos de estos problemas se derivan de las brechas de comunicación entre los profesionales. Los médicos, enfermeras y asistentes pueden tener las mejores intenciones a la hora de monitorear a los pacientes, pero en el ajetreo y cruce de información sobre aquellos con pronósticos más críticos, los catéteres pueden pasar a segundo plano.

Cuando los médicos hacen sus rondas, a menudo tienen solo unos minutos para hablar con los otros miembros del personal; además, existe el riesgo de que las enfermeras puedan distraerse cuando recién salen de la visita de alguien más, para reunirse de nuevo y tratar un problema diferente. La supervisión efectiva de la necesidad de retirar el catéter también puede ser difícil de encajar en las ocupadas cargas de trabajo.

Por otra parte, las barreras relacionadas con la tecnología no ayudan mucho. Puede ser difícil ingresar detalles sobre el estado del catéter de un paciente en un sistema de registros de salud electrónico cuando se debe hacer clic en varias páginas y pantallas para encontrar el lugar adecuado para la información.

De acuerdo con la investigación, varias estrategias podrían facilitar a los médicos y enfermeras el seguimiento de cuándo deben reemplazarse estos dispositivos. Los hospitales pueden usar la tecnología a su favor y pedir a los médicos que realicen visitas a través de videoconferencias. Las enfermeras y otro personal podrían recibir alertas en los dispositivos móviles antes de comenzar las rondas.

Además, el personal puede empezar a utilizar una lista de verificación de objetivo diario para cada paciente que enumere los puntos de atención y recuperación que ambas partes deben cumplir. Los elementos en la lista pueden incluir una evaluación de la necesidad de un catéter y una fecha límite para su extracción, sugiere la publicación.

Para facilitar el proceso de extracción del dispositivo, el análisis propone que los hospitales permitan a las enfermeras eliminar cualquier catéter que ya no cumpla ninguno de los criterios para su uso. Debe haber un sistema en el que se pueda notificar de forma fácil a los médicos que se retira el tubo y, que a su vez, estos puedan ofrecer comentarios adicionales si consideran lo contrario.

Sea cual sea el método que escoja, el uso seguro e higiénico del catéter debe ser un elemento importante en el plan de prevención de infecciones de las instalaciones médicas. Si bien las tasas de infección en general disminuyen, aún hay trabajo por realizar. Los hospitales deben concentrarse en las formas de disminuir la probabilidad de las infecciones, incluidas las causadas por catéteres que ocasionan una rápida propagación en especial si el sistema inmunológico de la persona ya está comprometido, recomiendan los investigadores.

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